Soy tan breve como Pulgarcito
y me gusta perderme
reconociendo tus valles y montañas,
adoro la olorosa selva de tu pubis,
casi no hallo desiertos en ti,
pero sí colinas y precipicios.
Abres las piernas
y entonces, desaparezco.
Saturday, June 23, 2007
Nota Para Una Desconocida
Me fascina la idea de escribirle, aunque tengo el presentimiento,
que nunca podrá leer estas cartas, porque no hablamos el mismo idioma
ni tampoco vivimos en el mismo tiempo. Sin embargo, pretendo continuarle
escribiendo, pase lo que pase.
Desconozco si lo que intento escribir es de su agrado o si prefiere
que toque otros tópicos; pero como nunca sé cúales temas le agradan,
he decidido escribir sobre lo que más me apetece. Esta es mi primera
misiva y como no pretendo aburrirla ni cansarla, quiero ser breve.
que nunca podrá leer estas cartas, porque no hablamos el mismo idioma
ni tampoco vivimos en el mismo tiempo. Sin embargo, pretendo continuarle
escribiendo, pase lo que pase.
Desconozco si lo que intento escribir es de su agrado o si prefiere
que toque otros tópicos; pero como nunca sé cúales temas le agradan,
he decidido escribir sobre lo que más me apetece. Esta es mi primera
misiva y como no pretendo aburrirla ni cansarla, quiero ser breve.
Wednesday, June 20, 2007
Cuenta la leyenda
Cuenta la leyenda
que en un remoto lugar del mundo
transitado ya por muy pocos,
vivieron una vez, dos amantes.
Dicen que era tanta su pasión,
que nunca abandonaban su choza.
Nunca se supo a dónde fueron
los misteriosos habitantes,
pero
cuentan
que aún se puede ver la casa,
medio comida por el tiempo,
aullar como un animal herido,
que llama a sus dueños.
que en un remoto lugar del mundo
transitado ya por muy pocos,
vivieron una vez, dos amantes.
Dicen que era tanta su pasión,
que nunca abandonaban su choza.
Nunca se supo a dónde fueron
los misteriosos habitantes,
pero
cuentan
que aún se puede ver la casa,
medio comida por el tiempo,
aullar como un animal herido,
que llama a sus dueños.
Instantánea
Entonces,
por un momento tan sólo,
se miraron.
Ella le habló y su pequeña voz,
temblaba ligeramente.
Tiempo después,
volvieron a verse,
o mejor dicho,
el la vió, de lejos, subir a un auto;
pero nunca supo su nombre.
por un momento tan sólo,
se miraron.
Ella le habló y su pequeña voz,
temblaba ligeramente.
Tiempo después,
volvieron a verse,
o mejor dicho,
el la vió, de lejos, subir a un auto;
pero nunca supo su nombre.
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