¿Puede el poeta ser indiferente
a lo que sucede al otro lado del mundo?
No, señor.
El poeta puede demorarse un poco,
enredado en otros asuntos
que tal véz exigan de su atención;
pero no debe negar lo que escucha
ni tampoco taparse los ojos
cuando presencia una injusticia.
El poeta ha de recordar
que ahora está vivo
y que no es una isla.
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2 comments:
El poeta es una mano o quizás dos, con las que envuelve y acaricia todo lo que le rodea con una sensibilidad muy epecial...un abrazo de azpeitia
De ese mismo modo lo veo, amigo Azpeitia.
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